martes, 9 de agosto de 2011

Introducción

La Química orgánica, también llamada Química del
carbono, se ocupa de estudiar las propiedades y
reactividad de todos los compuestos que llevan
carbono en su composición.
El número de compuestos orgánicos existentes tanto
naturales (sustancias que constituyen los organismos
vivos: proteínas, grasas, azúcares... de ahí
el sobrenombre de Química orgánica) como artificiales
(por ejemplo, los plásticos) es prácticamente
infinito, dado que el átomo de carbono tiene gran
capacidad para:
• Formar hasta cuatro enlaces de tipo covalente. Estos
enlaces pueden ser sencillos, dobles o triples.
• Enlazarse con elementos tan variados como hidrógeno,
oxígeno, nitrógeno, azufre, flúor, cloro,
bromo, yodo...
• Constituir cadenas de variada longitud, desde un
átomo de carbono hasta miles; lineales, ramificadas
o, incluso, cíclicas.

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